Amigos: Aquí comparto un correo de un visitante del sitio de Cordoba, sobre sus recuerdos de infancia en Burzaco. Gracias Alberto Pedro Sánchez.

Email de Alberto Pedro Sanchez (Rio Cuarto, Córdoba):
Mis tíos no eran de Burzaco, pero vivieron allí más de 30 años, hasta su muerte. De chico viajaba un par de veces al año a esta ciudad, por los años 60 más que tranquila, donde aprendí a andar en bici.
Por las siestas de diciembre, con mi prima recorríamos todas las calles y, particularmente, me gustaba mucho arrimarme a las vías y sentir el viento que levantaban los vagones. Irresponsabilidad propia de un chico de 10 años. En Burzaco encontraba la paz y el verde que yo creía era una exclusividad de mis sierras cordobesas. Mis tíos vivían sobre calle Etchegoyen, en una casa cuyo patio trasero era tan largo que daba sobre el paredón del club Independiente. Comer las facturas de la panadería de los Papa, ir al cine y asistir a misa los domingos, era todo un ritual. Mi prima creció, se casó y fue a vivir a otra casa inmensa sobre calle Italia. La magia de la estación de trenes, los misterios del Corimayo, el pequeño centro comercial y sobre todo, la inmensa felicidad de andar en bici sabiendo que todas las calles eran nuestras y de doble mano. Me hice grande y simpatizante de San Martín -el único en Río Cuarto- alternando entre la C y la D, pero con el mismo entusiasmo de siempre. Pasé muchas navidades en Burzaco y por cierto, la recuerdo con mucha nostalgia.

Recibí tu correo y por supuesto que no hace falta ningún protocolo: si te resultó interesante el texto, publicalo como escrito por Alberto Pedro Sánchez.
Lamentablemente, mis tíos ya fallecieron y mi prima, quien habitaba la casa de Italia 1170 –estoy casi seguro que es la dirección- un buen día levantó campamento y se fue a vivir a San Javier, cerca de Mina Clavero, acá en Córdoba.
Mis tíos tenía su casa en la Etchegoyen, no recuerdo el número, pero es un chalecito a mitad de la cuadra de enfrente a la panadería El Molino, como bien me lo recordaste. Al lado estaba la casa de los Tabarli (o algo así), que se distinguía del resto por una cerca de pequeños cuadros de madera muy del tipo de las ferroviarias.
Cuando aludís al viejo tren, tengo muy presente mis viajes en el Roca, a veces en sus vagones con asientos de madera y luz mortecina, que se prolongaban unos 50 minutos desde Constitución. Yo pegaba mi ñata contra el vidrio para no perderme detalles: el paso por el neurosiquiátrico, el puente, los olores de mi querida BOCA, el caserío al costado de las vías… y después Remedios de Escalada, Gerli, Avellaneda -donde se alcanzaban a divisar parte de la tribuna de Independiente- y así sucesivamente con Lanús, Lomas, Banfield….
Supongo que por ser la vecina rica, nunca simpaticé con Adrogué, aunque me gustaba llegar hasta ahí en mis aventuras como ciclista.
No te lo conté antes, pero los tórridos fin de año me encontraban disfrutando a la hora de la siesta de una pileta de lona que me parecía olímpica. Y a la tardecita, a tomar helados.
A ver si no estoy equivocado, cerca de la vieja estación, había otro centro comercial?. También tengo presente al rugby de Pucará y la calle del centro donde está la mayoría de los negocios cuyo nombre olvidé.
Creo que todavía está viviendo en Burzaco Marita Echave, una escritora y poetisa riocuartense.
También evoco con mucha ternura los viajes hacia y desde la Capital con mi tío (Raúl Benítez) en un Rastrojero con jaula en el que íbamos un grupo de chicos gritándole a los automovilistas. El tenía por entonces una representación de vinos mendocinos y después de envases de hojalata de una fábrica de Avellaneda. Siempre, después de almorzar, leía La Nación, pero apenas un ratito porque indefectiblemente se dormía sentado, momento anhelado por nosotros para escaparnos a la calle a jugar.
También inventábamos historias de terror vinculadas a una suerte de casa quinta que estaba justo enfrente de su casa.
Si es por anécdotas, a cada rato aparece alguna por mi mente.
Un abrazo.

TODO AQUEL QUE DESEE COMPARTIR SUS RECUERDOS DE ESTA LINDA CIUDAD, SERA MAS QUE BIENVENIDO. Y PUBLICARE EN NUEVA SECCION TODOS LOS MAILS.
ESCRIBIME A MARIANO@REDCOMSER.COM

Quiero destacar la tarea de "Animalistas en Acción"
Gracias a ellos disminuyen los animales callejeros abandonados.
Brindan un servicio gratuito de Castración de Perros y Gatos.
Solo piden un Bono de Contribución de $ 10
(Recuerden que este servicio en una veterinaria sale $ 150)

Analia